Átomo
En química y física, átomo (del latín atomum, y éste del griego ἄτομον, sin partes; también,
se deriva de "a" no, y "tomo" divisible; no divisible) es la unidad más pequeña de un elemento
químico que mantiene su identidad o sus propiedades, y que no es posible dividir mediante
Su denso núcleo representan el
99.9% de la masa del átomo, y
está compuesto de
bariones llamados protones y
neutrones, rodeados por una nube
de electrones, que
-en un átomo neutro- igualan el
número de protones.
El concepto de átomo como
bloque básico e indivisible que
compone la materia del
universo fue postulado por la escuela atomista en la Antigua Grecia. Sin embargo,
su existencia no quedó demostrada hasta el siglo XIX. Con el desarrollo de la física
nuclear en el siglo XX se comprobó que el átomo puede subdividirse en partículas más pequeñas.
Estructura atómica
A pesar de que "átomo" significa "indivisible", hoy día se sabe que el átomo está formado por
partículas más pequeñas, las llamadas partículas subatómicas.
El núcleo del átomo es su parte central. Tiene carga positiva, y en él se concentra casi toda la masa
del mismo. Sin embargo, ocupa una fracción muy pequeña del volumen del átomo: su radio es unas
diez mil veces más pequeño. El núcleo está formado por protones y neutrones.
Alrededor del núcleo se encuentran los electrones, partículas de carga negativa y masa muy
comparada con la de los protones y neutrones: un 0,05% aproximadamente. Los electrones se
encuentran alrededor del núcleo, ligados por la fuerza electromagnética que éste ejerce sobre
ellos, y ocupando la mayor
parte del tamaño del átomo, en la llamada nube de electrones.
El núcleo del átomo se encuentra formado por nucleones, los cuales pueden ser de dos clases:
- Protones: una partícula con carga eléctrica positiva igual a una carga elemental, y una masa
- de 1,67262 × 10–27 kg.
- Neutrones: partículas carentes de carga eléctrica, y con una masa un poco mayor que la del
- protón (1,67493 × 10–27 kg).
El núcleo más sencillo es el del hidrógeno, formado únicamente por un protón. El núcleo del
siguiente elemento en la tabla periódica, el helio, se encuentra formado por dos protones y dos
neutrones. La cantidad de protones contenidas en el núcleo del átomo se conoce como número
atómico, el cual se representa por la letra Z y se escribe en la parte inferior izquierda del
símbolo químico. Es el que distingue a un elemento químico de otro. Según lo descrito
anteriormente, el número atómico del hidrógeno es 1 (1H), y el del helio, 2 (2He).
La cantidad total de nucleones que contiene un átomo se conoce como número másico,
representado por la letra A y escrito en la parte superior izquierda del símbolo químico
. Para los ejemplos dados anteriormente, el número másico del hidrógeno es 1 (1H),
y el del helio, 4 (4He).
Existen también átomos que tienen el mismo número atómico, pero diferente número
másico, los cuales se conocen como isótopos. Por ejemplo, existen tres isótopos naturales
del hidrógeno, el protio (1H), el deuterio (2H) y el tritio (3H). Todos poseen las mismas
propiedades químicas del hidrógeno, y pueden ser diferenciados únicamente por
ciertas propiedades físicas.
Otros términos menos utilizados relacionados con la estructura nuclear son los isótonos,
que son átomos con el mismo número de neutrones. Los isóbaros son átomos que
tienen el mismo número másico.
Debido a que los protones tienen cargas positivas se deberían repeler entre sí, sin embargo,
el núcleo del átomo mantiene su cohesión debido a la existencia de otra fuerza de mayor
magnitud, aunque de menor alcance conocida como la interacción nuclear fuerte.
Antes del experimento de Rutherford la comunidad científica aceptaba el modelo atómico
de Thomson, situación que varió después de la experiencia de Rutherford.
Los modelos posteriores se basan en una estructura de los átomos con una masa
central cargada positívamente rodeada de una nube de carga negativa.
Este tipo de estructura del átomo llevó a Rutherford a proponer su modelo en que los
electrones se moverían alrededor del núcleo en órbitas. Este modelo tiene una
dificultad proveniente del hecho de que una partícula cargada acelerada, como sería
necesario para mantenerse en órbita, radiaría radiación electromagnética, perdiendo
energía. Las leyes de Newton, junto con la ecuaciones de Maxwell del electromagnetismo
aplicadas al átomo de Rutherford llevan a que en un tiempo del orden de 10−10 s, toda
la energía del átomo se habría radiado, con la consiguiente caída de los electrones sobre el núcleo.
Alrededor del núcleo se encuentran los electrones que son partículas elementales
de carga negativa igual a una carga elemental y con una masa de 9,10 × 10–31 kg
La cantidad de electrones de un átomo en su estado basal es igual a la cantidad de
protones que contiene en el núcleo, es decir, al número atómico, por lo que un átomo
en estas condiciones tiene una carga eléctrica neta igual a 0.
A diferencia de los nucleones, un átomo puede perder o adquirir algunos de sus
electrones sin modificar su identidad química, transformándose en un ion, una
partícula con carga neta diferente de cero.
El concepto de que los electrones se encuentran en órbitas satelitales alrededor
del núcleo se ha abandonado en favor de la concepción de una nube de
electrones deslocalizados o difusos en el espacio, el cual representa mejor el
comportamiento de los electrones descrito por la mecánica cuántica únicamente
como funciones de densidad de probabilidad de encontrar un electrón
en una región finita de espacio alrededor del núcleo.
La mayor parte de la masa de un átomo se concentra en el núcleo, formado
por los protones y los neutrones, ambos conocidos como nucleones, los
cuales son 1836 y 1838 veces más pesados que el electrón respectivamente.
El tamaño o volumen exacto de un átomo es difícil de calcular, ya que las nubes
de electrones no cuentan con bordes definidos, pero su diámetro puede
estimarse razonablemente en 1,0586 × 10–10m, el doble del radio de Bohr para
el átomo de hidrógeno. Si esto se compara con el tamaño de un protón, que es
la única partícula que compone el núcleo del hidrógeno, que es aproximadamente 1 × 10–15
se ve que el núcleo de un átomo es cerca de 100.000 veces menor que
el átomo mismo, y sin embargo, concentra prácticamente el 100% de su masa.
Para efectos de comparación, si un átomo tuviese el tamaño de un estadio,
el núcleo sería del tamaño de una canica colocada en el centro, y los electrones,
como partículas de polvo agitadas por el viento alrededor de los asientos.
Historia de la teoría atómica
El concepto de átomo existe desde la Antigua Grecia propuesto por los filósofos
griegos Demócrito, Leucipo y Epicuro, sin embargo, no se generó el concepto
por medio de la experimentación sino como una necesidad filosófica que
explicara la realidad, ya que, como proponían estos pensadores, la materia no
podía dividirse indefinidamente, por lo que debía existir una unidad o bloque
indivisible e indestructible que al combinarse de diferentes formas creara todos
los cuerpos macroscópicos que nos rodean. El siguiente avance
significativo se realizó hasta en 1773 el químico francés Antoine-Laurent
de Lavoisier postuló su enunciado: "La materia no se crea ni se destruye,
simplemente se transforma."; demostrado más tarde por los experimentos
del químico inglés John Dalton quien en1804, luego de medir la masa de
los reactivos y productos de una reacción, y concluyó que las sustancias
están compuestas de átomos esféricos idénticos para cada elemento,
pero diferentes de un elemento a otro.
Luego en 1811 Amedeo Avogadro, físico italiano, postuló que a una
temperatura, presión y volumen dados, un gas contiene siempre el mismo
número de partículas, sean átomos o moléculas, independientemente de
la naturaleza del gas, haciendo al mismo tiempo la hipótesis de que los
gases son moléculas poliatómicas con lo que se comenzó a distinguir entre
átomos y moléculas.
El químico ruso Dmítri Ivánovich Mendeléyev creó en 1869 una clasificación
de los elementos químicos en orden creciente de su masa atómica,
remarcando que existía una periodicidad en las propiedades químicas.
Este trabajo fue el precursor de la tabla periódica de los elementos como
la conocemos actualmente.
La visión moderna de su estructura interna tuvo que esperar hasta el
experimento de Rutherford en 1911 y el modelo atómico de Bohr.
Posteriores descubrimientos científicos, como la teoría cuántica,
y avances tecnológicos, como el microscopio electrónico, han permitido
conocer con mayor detalle las propiedades físicas y químicas de los átomos.
Evolución del modelo atómico
La concepción del átomo que se ha tenido a lo largo de la historia ha variado de acuerdo a los descubrimientos realizados en el campo
de la física y la química. A continuación se hará una exposición de
los modelos atómicos propuestos por los científicos de diferentes épocas.
Algunos de ellos son completamente obsoletos para explicar los fenómenos
observados actualmente, pero se incluyen a manera de reseña histórica.
Modelo atómico de Demócrito
Democrito desarrolló la “teoría atómica del universo”, concebida por su mentor, el filósofo Leucipo. Esta teoría, al igual que todas las teorías filosóficas griegas, no apoya sus postulados mediante experimentos, sino que se explica mediante razonamientos lógicos. La teoría atomística de Demócrito y Leucipo se puede esquematizar así:- Los átomos son eternos, indivisibles, homogéneos, incompresibles e invisibles.
- Los átomos se diferencian solo en forma y tamaño, pero no por cualidades internas.
- Las propiedades de la materia varian según el agrupamiento de los átomos.
Defiende que toda la materia no es más que una mezcla de elementos originariosque poseen las características de inmutabilidad y eternidad, concebidos como entidades infinitamente pequeñas y, por tanto, impercetibles para los sentidos, a las que Demócrito llamó átomos, término griego que significa "que no puede cortarse".Epicuro, filósofo posterior que toma esta teoría, modifica la filosofía de Democrito cuando le conviene, pues no acepta el determinismo que el atomismo conllevaba en su forma original. Por ello, introduce un elemento de azar en el movimiento de los átomos, una desviación de la cadena de las causas y efectos, con lo que la libertad queda asegurada.Los atomicistas pensaban distinto a los eleatas, pues mientras los eleatas no aceptaban el movimiento como realidad, sino como fenómeno, Leucipo y Demócrito parten de que el movimiento existe en sí. Habla por primera vez de la fuerza de la inercia. Demócrito pone como realidades primordiales a los átomos y al vacío, o, como dirían los eleatas, al ser y al no ser. Para Demócrito, la realidad está compuesta por dos causas (o elementos): το ον (lo que es),+ representado por los átomos homogéneos e indivisibles, y το μηον (lo que no es), representado por el vacío. Este último es un no-ser no-absoluto, aquello que no es átomo, el elemento que permite la pluralidad de partículas diferenciadas y el espacio en el cual se mueven.Demócrito pensaba y postulaba que los átomos son indivisibles, y se distinguen por forma, tamaño, orden y posición. Se cree que la distinción por peso, fue introducida por Epicuro años más tarde o que Demócrito mencionó esta cualidad sin desarrollarla demasiado. Gracias a la forma que tiene cada átomo es que pueden ensamblarse —aunque nunca fusionarse (siempre subsiste una cantidad mínima de vacío entre ellos que permite su diferenciación)— y formar cuerpos, que volverán a separarse, quedando libres los átomos de nuevo hasta que se junten con otros. Los átomos de un cuerpo se separan cuando colisionan con otro conjunto de átomos; los átomos que quedan libres chocan con otros y se ensamblan o siguen desplazándose hasta volver a encontrar otro cuerpo.Los átomos estuvieron y estarán siempre en movimiento y son eternos. El movimiento de los átomos en el vacío es un rasgo inherente a ellos, un hecho irreductible a su existencia, infinito, eterno e indestructible.Al formar los átomos, por necesidad, un vórtice o remolino (dine), sus colisiones, uniones y separaciones forman los diferentes objetos y seres y la realidad con toda su diversidad. Cada objeto que surge en el universo y cada suceso que se produce, sería el resultado de colisiones o reacciones entre átomos. Aunque la cita "todo cuanto existe es fruto del azar y la necesidad" se atribuye a Demócrito, sus escritos enfatizan en la necesidad , al contrario de Epicuro que enfatizó en el azar. El modelo atomista constituye un claro ejemplo de modelo materialista, dado que el azar y las reacciones en cadena son las únicas formas de interpretarlo.Generalmente, una propuesta, antes de adquirir la condición de ley, parte de ser una mera generalización empírica que aspira a alcanzar un requisito crucial: ser explicada. Una vez hecho esto, la estadística inductiva concreta su idea. Sus premisas dejan de albergar la posibilidad de que la conclusión no se cumpla, y de este modo se constituye la ley.Pues bien, en el caso de Demócrito el desarrollo se invirtió. Demócrito comenzó ofreciendo una explicación a una parcela de la realidad la cual no tuvo la oportunidad de observar, ni, en consecuencia, falsar si hubiese cabido; y verificar como cupo en su momento. El verificacionismo no podíaser un requisito esencial a la hora de dar credibilidad a su explicación y confeccionarla como ley, y Demócrito era consciente de ello:"La mente del hombre estaría formada por átomos esféricos livianos, suaves, refinados y el cuerpo, por átomos más pesados. Las percepciones sensibles, tales como la audición o la visión, son explicables por la interacción entre los átomos de los efluvios que parten de la cosa percibida y los átomos del receptor. Esto último justifica la relatividad de las sensaciones.""El conocimiento verdadero y profundo es el de los átomos y el vacío, pues son ellos los que generan las apariencias, lo que percibimos, lo superficial.Las deducciones de Demócrito y los otros filósofos se realizaban desde la lógica, el pensamiento racional, relegaba la relevancia del empirismo a un último plano, y depositaba escasa fe en la experiencia sensorial, es decir la que apreciaba por los sentidos. En su teoría del atomismo, explica muy bien el por qué: en el atomismo Demócrito defendía que la materia está compuesta por dos elementos: lo que es, representado por los átomos homogéneos e indivisibles; y lo que no es, el vacío, lo que permite que esos átomos adquieran formas, tamaños, órdenes y posiciones, y constituyan así la totalidad de la physis. Demócrito explicaba las percepciones sensibles tales como la audición o la visión, con la interacción entre los átomos que emanan desde el objeto percibido hasta los organismos receptores. Esto último es lo que prueba con fuerza la relatividad de las sensaciones.
Modelo de Dalton
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Fue el primer modelo atómico con bases científicas, fue formulado en
1808 por John Dalton, quien imaginaba a los átomos como diminutas esferas.
Este primer modelo atómico postulaba:
- La materia está formada por partículas muy pequeñas llamadas átomos, que son indivisibles y no se pueden destruir.
- Los átomos de un mismo elemento son iguales entre sí, tienen su propio peso y cualidades propias. Los átomos de los diferentes elementos tienen pesos diferentes.
- Los átomos permanecen sin división, aun cuando se combinen en las reacciones químicas.
- Los átomos, al combinarse para formar compuestos guardan relaciones simples.
- Los átomos de elementos diferentes se pueden combinar en proporciones distintas y formar más de un compuesto.
- Los compuestos químicos se forman al unirse átomos de dos o más elementos distintos.
rayos catódicos, la radioactividad ni la presencia de los electrones (e-) o protones(p+).
Modelo de Thomson
Luego del descubrimiento del electrón en 1897 por Joseph John Thomson,
se determinó que la materia se componía de dos partes, una negativa y
una positiva. La parte negativa estaba constituida por electrones, los
cuales se encontraban según este modelo inmersos en una masa
de carga positiva a manera de pasas en un pastel (de la analogía de
l inglésplum-pudding model) o uvas en gelatina. Posteriormente Jean
Perrin propuso un modelo modificado a partir del de Thompson donde
las "pasas" (electrones) se situaban en la parte exterior del "pastel"
(la carga positiva).
Modelo de Rutherford
Este modelo fue desarrollado por el físico Ernest Rutherford a
partir de los resultados obtenidos en lo que hoy se conoce
como el experimento de Rutherford en 1911. Representa un
avance sobre el modelo de Thomson, ya que mantiene que
el átomo se compone de una parte positiva y una negativa, sin embargo
,a diferencia del anterior, postula que la parte positiva se concentra en un
núcleo, el cual también contiene virtualmente toda la masa del átomo,
mientras que los electrones se ubican en una corteza orbitando al
núcleo en órbitas circulares o elípticas con un espacio vacío entre ellos.
A pesar de ser un modelo obsoleto, es la percepción más común
del átomo del público no científico.
Rutherford predijo la existencia del neutrón en el año 1920, por esa
razón en el modelo anterior (Thomson), no se habla de éste.
Por desgracia, el modelo atómico de Rutherford presentaba varias
incongruencias:
- Contradecía las leyes del electromagnetismo de James Clerk Maxwell,
- las cuales estaban muy comprobadas mediante datos experimentales.
- Según las leyes de Maxwell, una carga eléctrica en movimiento
- (en este caso el electrón) debería emitir energía constantemente
- en forma de radiación y llegaría un momento en que el electrón
- caería sobre el núcleo y la materia se destruiría. Todo ocurriría
- muy brevemente.
- No explicaba los espectros atómicos.
Modelo de Bohr
Este modelo es estrictamente un modelo del átomo de hidrógeno
tomando como punto de partida el modelo de Rutherford,Niels
Bohr trata de incorporar los fenómenos de absorción y
emisión de los gases, así como la nueva teoría de la
cuantización de la energía desarrollada por Max Planck y el
fenómeno del efecto fotoeléctrico observado por Albert Einstein.
“El átomo es un pequeño sistema solar con un núcleo en el centro
y electrones moviéndose alrededor del núcleo en órbitas bien definidas.
” Las órbitas están cuantizadas (los e- pueden estar solo en ciertas
órbitas)
- Cada órbita tiene una energía asociada. La más externa es la de mayor energía.
- Los electrones no radian energía (luz) mientras permanezcan en órbitas estables.
- Los electrones pueden saltar de una a otra órbita. Si lo hace desde una de menor energía a una de mayor energía absorbe un cuanto de energía (una cantidad) igual a la diferencia de energía asociada a cada órbita. Si pasa de una de mayor a una de menor, pierde energía en forma de radiación (luz).
El mayor éxito de Bohr fue dar la explicación al espectro de emisión
del hidrógeno. Pero solo la luz de este elemento. Proporciona una
base para el carácter cuántico de la luz, el fotón es emitido cuando
un electrón cae de una órbita a otra, siendo un pulso de energía radiada.
Bohr no puede explicar la existencia de órbitas estables y para la
condición de cuantización.
Bohr encontró que el momento angular del electrón es h/2π por un
método que no puede justificar.
Modelo de Schrödinger
Después de que Louis-Victor de Broglie propuso la naturaleza
ondulatoria de la materia en 1924, la cual fue generalizada por
Erwin Schrödinger en 1926, se actualizó nuevamente el modelo
del átomo.
En el modelo de Schrödinger se abandona la concepción de los
electrones como esferas diminutas con carga que giran en torno
al núcleo, que es una extrapolación de la experiencia a nivel
macroscópico hacia las diminutas dimensiones del átomo.
En vez de esto, Schrödinger describe a los electrones por medio de
una función de onda, el cuadrado de la cual representa la probabilidad
de presencia en una región delimitada del espacio. Esta zona de
probabilidad se conoce como orbital. La gráfica siguiente muestra los
orbitales para los primeros niveles de energía disponibles en el átomo
de hidrógeno.
Electronegatividad
La electronegatividad, (abreviación EN, símbolo χ
(letra griega chi)) es una propiedad química que mide la
capacidad de un átomo (o de manera menos frecuente un grupo
funcional) para atraer hacia él los electrones, o densidad electrónica
, cuando forma un enlace covalente en una molécula.
También debemos considerar la distribución de densidad
electrónica alrededor de un átomo determinado frente a otros,
tanto en una especie molecular como en un compuesto no
molecular.
La electronegatividad de un átomo determinado está afectada
fundamentalmente por dos magnitudes, su masa atómica y la
distancia promedio de los electrones de valencia con respecto
al núcleo atómico. Esta propiedad se ha podido correlacionar con
otras propiedades atómicas y moleculares. Fue Linus Pauling el
investigador que propuso esta magnitud por primera vez en el
año 1932, como un desarrollo más de su teoría del enlace de
valencia. La electronegatividad no se puede medir experimentalmente
de manera directa como, por ejemplo, la energía de ionización,
pero se puede determinar de manera indirecta efectuando cálculos
a partir de otras propiedades atómicas o moleculares.
Se han propuesto distintos métodos para su determinación y aunque
hay pequeñas diferencias entre los resultados obtenidos todos los
métodos muestran la misma tendencia periódica entre los elementos.
El procedimiento de cálculo más común es el inicialmente propuesto
por Pauling. El resultado obtenido mediante este procedimiento es
un número adimensional que se incluye dentro de la escala de
Pauling. Escala que varía entre 0,7 para el elemento menos
electronegativo y 4,0 para el mayor.
Es interesante señalar que la electronegatividad no es estrictamente
una propiedad atómica, pues se refiere a un átomo dentro de una
molécula y, por tanto, puede variar ligeramente cuando varía el
"entorno"4 de un mismo átomo en distintos enlaces de distintas moléculas.
La propiedad equivalente de la electronegatividad para un átomo aislado
sería la afinidad electrónica o electroafinidad.
Dos átomos con electronegatividades muy diferentes forman un enlace
iónico. Pares de átomos con diferencias pequeñas de electronegatividad
forman enlaces covalentes polares con la carga negativa en el átomo de
mayor electronegatividad.
Enlace químico
Un enlace químico es el proceso físico responsable de
las interacciones atractivas entre átomos y moléculas, y
que confiere estabilidad a los compuestos químicos diatómicos
y poliatómicos. La explicación de tales fuerzas atractivas
es un área compleja que está descrita por las leyes de la
electrodinámica cuántica. Sin embargo, en la práctica, los
químicos suelen apoyarse en la mecánica cuántica o en
descripciones cualitativas que son menos rigurosas, pero
más sencillas en su descripción del enlace químico.
En general, el enlace químico fuerte está asociado con la
compartición o transferencia de electrones entre los átomos
participantes. Las moléculas, cristales, y gases diatómicos
-o sea la mayor parte del ambiente físico que nos rodea- está
unido por enlaces químicos, que determinan la estructura de la materia.
Los enlaces varían ampliamente en su fuerza. Generalmente, el enlace
covalente y el enlace iónico suelen ser descritos como "fuertes", mientras
que el enlace de hidrogeno y las fuerzas de Van der Waals son
consideradas como "débiles".
Teniendo en cuenta que las cargas opuestas se atraen, y que los
electrones que orbitan el núcleo están cargados negativamente, y
que losprotones en el núcleo lo están positivamente, la configuración
más estable del núcleo y los electrones es una en la que los electrones
pasan la mayor parte del tiempo entre los núcleos, que en otro
lugar del espacio. Estos electrones hacen que los núcleos se atraigan
mutuamente.
En la visión simplificada del denominado enlace covalente, uno o más
electrones (frecuentemente un par de electrones) son llevados al
espacio entre los dos núcleos atómicos. Ahí, los electrones negativamente
cargados son atraídos a las cargas positivas de ambos núcleos,
en vez de sólo su propio núcleo. Esto vence a la repulsión entre los
dos núcleos positivamente cargados de los dos átomos, y esta atracción
tan grande mantiene a los dos núcleos en una configuración de equilibrio
relativamente fija, aunque aún vibrarán en la posición de equilibrio.
En resumen, el enlace covalente involucra la compartición de electrones
atraen simultáneamente a los electrones negativamente cargados que
están siendo compartidos. En un enlace covalente polar, uno o más
electrones son compartidos inequitativamente entre dos núcleos.
En una visión simplificada de un enlace iónico, el electrón de enlace
no es compartido, sino que es transferido. En este tipo de enlace,
elorbital atómico más externo de un átomo tiene un lugar libre que
permite la adición de uno o más electrones. Estos electrones
recientemente agregados ocupan potencialmente un estado de menor
energía (más cerca al núcleo debido a la alta carga nuclear efectiva)
de lo que experimentan en un tipo diferente de átomo. En consecuencia,
un núcleo ofrece una posición de más fuerte unión a un electrón de lo
que lo hace el otro núcleo. Esta transferencia ocasiona que un átomo
asuma una carga neta positiva, y que el otro asuma una carga neta negativa.
Entonces, el enlace resulta de la atracción electrostática entre los
átomos, y los átomos se constituyen en ((iones)) de carga positiva
o negativa.
Todos los enlaces pueden ser explicados por la teoría cuántica, pero,
en la práctica, algunas reglas de simplificación les permiten a los
químicos predecir la fuerza de enlace, direccionalidad y [polaridad
(química)] de los enlaces. La regla del octeto y la (TREPEV)teoría
de repulsión de pares de electrones de la capa de valencia]] son dos
ejemplos. Las teorías más sofisticadas, como la teoría del enlace de
valencia, que incluye la hibridación de orbitales y la resonancia, y el
método de combinación lineal de orbitales atómicosdentro de la teoría
de los orbitales moleculares, que incluye a la teoría del campo de
los ligantes. La electrostática es usada para describir polaridades
de enlace y los efectos que ejerce en las sustancias químicas.
Las primeras especulaciones respecto a la naturaleza del enlace
químico son tan tempranas como en el siglo XII, se suponía que
ciertos tipos de especies químicas estaban unidas entre sí por
un tipo de afinidad química. En 1704, Isaac Newton esbozó
su teoría de enlace atómico, en "Query 31" de su Opticks, donde
los átomos se unen unos a otros por alguna "fuerza". Específicamente,
después de investigar varias teorías populares, en boga en aquel
tiempo, de cómo los átomos se podía unir unos a otros, por ejemplo
, "átomos enganchados", "átomos pegados unos a otros por reposo
", o "unidos por movimientos conspirantes", Newton señaló lo que
inferiría posteriormente a partir de su cohesión que:
Las partículas se atraen unas a otras por alguna fuerza, que en
contacto inmediato es excesivamente grande, a distancias pequeñas
desempeñan operaciones químicas y su efecto deja de sentirse no lejos de las partículas.
En 1819, a raíz de la invención de la pila voltaica, Jöns Jakob Berzelius
desarrolló una teoría de combinación química, introduciendo indirectamente el
carácter electropositivo y electronegativo de los átomos combinantes. A mediados
del siglos XIX, Edward Frankland, F.A. Kekule, A.S. Couper, A.M. Butlerov y
Hermann Kolbe, ampliando la teoría de radicales, desarrollaron la teoría de valencia,
originalmente llamado "poder combinante" en que los compuestos se mantenía
unidos debido a la atracción entre polos positivo y negativo.
En 1916, el químico Gilbert N. Lewis desarrolló el concepto de
enlace de par de electrones, en el que dos átomos pueden compartir
uno y seis electrones, formando el enlace de un solo electrón,
enlace simple, enlace doble, o enlace triple:
En las propias palabras de Lewis:
Un electrón puede formar parte de las envolturas de
dos átomos diferentes y no puede decirse que pertenezca
a uno simplemente o exclusivamente.
El mismo año, Walther Kossel lanzó una teoría similar a la de
Lewis, con la diferencia de que su modelo asumía una
transferencia completa de electrones entre los átomos, con lo
que era un modelo de enlace iónico. Tanto Lewis y Kossel
estructuraron sus modelos de enlace a partir de la regla de Abegg (1904).
En 1927, el físico danés Oyvind Burrau derivó la primera
descripción cuántica matemáticamente completa de un
enlace químico simple, el producido por un electrón en
el ion de hidrógeno molecular (dihidrogenilio), H2+. Este
trabajo mostró que la aproximación cuántica a los enlaces
químicos podrían ser correctas fundamental y cualitativamente,
pero los métodos matemáticos usados no podrían extenderse
a moléculas que contuvieran más de un electrón.
Una aproximación más práctica, aunque menos cuantitativa,
fue publicada en el mismo año por Walter Heitler y Fritz London.
El método de Heitler-London forma la base de lo que ahora se
denomina teoría del enlace de valencia. En 1929, Sir John
Lennard-Jones introdujo el método de combinación lineal de
orbitales atómicos (CLOA o dentro de la teoría de orbitales moleculares,
sugiriendo también métodos para derivar las estructuras
electrónicas de moléculas de F2 (flúor) y las moléculas de O2 (oxígeno),
a partir de principios cuánticos básicos. Esta teoría de orbital molecular
representó un enlace covalente como un orbital formado por combinación
de los orbitales atómicos de la mecánica cuántica de
Schrödinger que habían sido hipotetizados por los electrones
en átomos solitarios. Las ecuaciones para los electrones de
enlace en átomos multielectrónicos no podrían ser resueltos
con perfección matemática (esto es, analíticamente), pero las
aproximaciones para ellos aún producen muchas predicciones
y resultados cualitativos buenos. Muchos cálculos cuantitativos
en química cuántica moderna usan tanto las teorías de orbitales
moleculares o de enlace de valencia como punto de partida,
aunque una tercera aproximación, la teoría del funcional de la
densidad, se ha estado haciendo más popular en años recientes.
En 1935, H.H. James y A.S. Coolidge llevó a cabo un cálculo
sobre la molécula de dihidrógeno que, a diferencia de todos los
cálculos previos que usaban funciones sólo de la distancia de
los electrones a partir del núcleo atómico, usó funciones que
sólo adicionaban explícitamente la distancia entre los dos electrones.
Con 13 parámetros ajustables, ellos obtienen el resultado muy
cercano al resultado experimental para la energía de disociación
de enlace. Posteriores extensiones usaron hasta 54 parámetros
y producen gran concordancia con los experimentos. Este
cálculo convenció a la comunidad científica que la teoría
cuántica podría concordar con los experimentos. Sin embargo,
esta aproximación no tiene relación física con la teoría de
enlace de valencia y orbitales moleculares y es difícil de extender
a moléculas más grandes.
Enlace covalente
El enlace covalente polar es intermediado en su carácter entre un enlace
covalente y un enlace iónico. Los átomos enlazados
de esta forma tienen carga eléctrica neutra.
Los enlaces covalentes pueden ser simples cuando se
comparte un solo par de electrones, dobles al
compartir dos pares de electrones, triples cuando
comparten tres pares de electrones, o cuádruples
cuando comparten cuatro pares de electrones.
Los enlaces covalentes no polares se forman entre
átomos iguales, no hay variación en el número de
oxidación. Los enlaces covalentes polares se forman
con átomos distintos con gran diferencia de electronegatividades.
La molécula es eléctricamente neutra, pero no existe
simetría entre las cargas eléctricas originando la polaridad
, un extremo se caracteriza por ser electropositivo y el
otro electronegativo.
En otras palabras, el enlace covalente es la unión entre
átomos en donde se da un compartimiento de electrones,
los átomos que forman este tipo de enlace son de carácter no
metálico. Las moléculas que se forman con átomos iguales
(mononucleares) presentan un enlace covalente pero en
donde la diferencia de electronegatividades es nula.
Se presenta entre los elementos con poca diferencia de
electronegatividad (< 1.7), es decir cercanos en la tabla
periódica o bien, entre el mismo elemento para formar moleculas diatomicas.
Enlace iónico o Electrovalente
El enlace iónico es un tipo de interacción electrostática
entre átomos que tienen una gran diferencia de
electronegatividad. No hay un valor preciso que
distinga la ionicidad a partir de la diferencia de
electronegatividad, pero una diferencia sobre 2.0
suele ser iónica, y una diferencia menor a 1.5
suele ser covalente. En palabras más sencillas,
un enlace iónico es aquel en el que los elementos
involucrados aceptan o pierden electrones
(se da entre un catión y un anión) o dicho
de otra forma, es aquel en el que un elemento
más electronegativo atrae a los electrones de
otro menos electronegativo. El enlace iónico
implica la separación en iones positivos y negativos
. Las cargas iónicas suelen estar entre -3e a +3e.
1) Se presenta entre los elementos con gran
diferencia de electronegatividad (>1.7), es decir
alejados de la tabla periódica: entre metales y no
metales. 2) Los compuestos que se forman son solidos
cristalinos con puntos de fusión elevados. 3) Se da por
TRANSFERENCIA de electrones: un atomo PIERDE y
el otro 'GANA' 4) Se forman iones (cationes y aniones)
Configuración electrónica
En física y química, la configuración electrónica es
la manera en la cual los electrones se estructuran o se modifican
en un átomo, molécula o en otra estructura física, de acuerdo
con el modelo de capas electrónico, en el cual la función de
onda del sistema se expresa como un producto de orbitales
antisimetrizado. Cualquier conjunto de electrones en un mismo
estado cuántico deben cumplir el principio de exclusión de Pauli
al ser partículas idénticas. Por ser fermiones (partículas de espín
semientero) el principio de exclusión de Pauli nos dice que la
función de onda total (conjunto de electrones) debe ser
antisimétrica. Por lo tanto, en el momento en que un estado
cuántico es ocupado por un electrón, el siguiente electrón
debe ocupar un estado cuántico diferente.
En los átomos, los estados estacionarios de la función de
onda de un electrón en una aproximación no relativista (los
estados que son función propia de la ecuación de Schrödinger
monoelectrónico correspondiente; para el caso general
hay que recurrir a la ecuación de Dirac de la mecánica
cuántica de campos) se denominan orbitales atómicos,
por analogía con la imagen clásica de los electrones
orbitando alrededor del núcleo. Estos estados, en su
expresión más básica, se pueden describir mediante
cuatronúmeros cuánticos: n, l, m y ms, y, en resumen,
el principio de exclusión de Pauli implica que no puede
haber dos electrones en un mismo átomo con los
cuatro valores de los números cuánticos iguales.
De acuerdo con este modelo, los electrones
pueden pasar de un nivel de energía orbital a
otro ya sea emitiendo o absorbiendo un cuanto
de energía, en forma de fotón. Debido al principio
de exclusión de Pauli, no más de dos electrones
pueden ocupar el mismo orbital y, por tanto, la
transición se produce a un orbital en el cual hay una vacante.
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